miércoles, 11 de noviembre de 2009

"las apariencias engañan"

Diario de a bordo.

Cuando astronauta M se aventuró a viajar en transporte público, un transporte de carácter comunal en el que pueden viajar todos los humanos, vivió una experiencia desconcertante con una humana. Astronauta M iba bien tranquilo metido en su escafandra para aislarse por unos momentos de las partículas sonoras tan irritantes que emiten los humanos, cuando una mujer sentada a su lado le dio un golpecito en el brazo como si quisiera saludarle. Astronauta M pensó que debía devolverle el saludo y sonrió. La mujer le devolvió la sonrisa y volvió a golpearle, esta vez, con más ímpetu que la anterior. Suponiendo que esa era la forma de comunicación de la mujer, la imitó y le dio un leve golpe con el codo. Pareció que la mujer empezaba a irritarse, y siempre sonriendo, le cogió el brazo y empezó a estrecharlo y sacudirlo cada vez de forma más brusca. Cuando la acción de la mujer empezó a causar dolor en el brazo de astronauta M, retiró de su cabeza el casco de la escafandra y le preguntó qué tipo de relación se proponía mantener con él. Se disculpó por no ser de ese planeta y no haber entendido a la primera sus intenciones. La mujer, ampliando aun más su sonrisa y apretando los dientes, le dijo que la etiqueta de su traje de astronauta (esa que certifica nuestra condición de astronautas interuniversales) al rozar con su piel, le producía picores desagradables, y le pidió, casi cortándole la circulación del brazo y enseñando los dientes en su efusiva sonrisa, que se apartase para evitar el contacto. Así le dio un empujoncito para apartarlo de su lado. Después de esta increíble actuación humana, el astronauta decidió abandonar el transporte al haberse sentido violentado. Los dos astronautas, en su nave, estudiaron lo sucedido y descubrieron la desagradable capacidad humana de dar a entender lo contrario de lo que se expresa. Es una característica que sirve exclusivamente en la comunicación entre humanos, pues astronauta M no entendió lo que sucedía debido a la incoherencia de los actos con la intención. Investigando más profundamente, encontraron el vocabulario que definía las actitudes relacionadas al hecho: ironía, hipocresía y cinismo.

lunes, 17 de agosto de 2009

viajes terrestres (contacto con otros tripulantes)

Al habla astronauta H.
Los dos astronautas nos hemos visto obligados a separarnos durante un tiempo para poder comparar informaciones. Astronauta M está en estos momentos visitando una extraña región llamada "la ventosa de mi suegra". El desplazamiento ha sido inevitable, era de cierta urgencia el investigar la provinencia del topónimo para empezar nuestros estudios.
Mientras tanto, astronauta H ha compartido su tiempo con la agradable tripulante MT. Su viaje al norte le ha dado tema y contenido para muchos futuros estudios sobre los humanos, que serán publicados, si se da la ocasión, en este apasionante diario terrestre de la crítica cosmonáutica.
"MT, ¿nos vamos a Marte?"
"No, que hace mucho frío"
"¿Cómo en las noches aquí?"
Sujetos terrestres, vayan en paz. Próximamente, los dos astronautas se volveran a reunir para continuar metiendo sus mentes en este complejo proyecto terrícola.
PD: Querido comentador anónimo, las futuras investigaciones del astronauta H son muy cercanas a las dudas que usted mostró en sus palabras. Estas rarezas que usted ha detectado, serán estudiadas. Aunque tememos que la conclusión (para bien o para mal) será siempre la misma: sí, viven todos ustedes en el mismo planeta.

martes, 21 de julio de 2009

Llegada a la tierra ¡¡

Diario de a bordo: 21 de julio de 2009 (calendario terrestre), llegada al planeta azul, último planeta por visitar de la Vía Láctea. Los dos tripulantes de la nave Marte-04 se han visto impresionados por el extraño paraje con el que la Tierra les ha dado la bienvenida. Así, iniciarán un largo proyecto de descripción detallada y objetiva para advertir a los ciudadanos del universo sobre los peligros, desastres, placeres y bondades de esta esfera de agua. Debido a sus misterios y peculiaridades, fijarán su nave al suelo terrestre más tiempo del que habían requerido los otros astros visitados por tal de que la inspección se lleve a cabo de forma exhaustiva. Puesto que se trata de un territorio de carácter acuoso, han cambiado su clásico casco por una bonita escafandra. Además, han engullido ávidamente los primeros sabrosos sorbos de agua. Todavía queda mucho por investigar, así pues, queridos sujetos terrestres, prepárense para ser sometidos a la crítica cosmonáutica más rigurosa de nuestro colosal universo.